domingo, 24 de octubre de 2010

PREGUNTA PARA EL DEBATE

Sobre la lectura de Roland Barthes, propongo la siguiente pregunta para la reflexión y el debate.

Barthes afirma en su escrito El Susurro del Lenguaje que un texto está formado por escrituras múltiples procedentes de varias culturas y que, el lugar en el que se recoge esa multiplicidad, no es el autor, sino el lector. (Barthes, 1968: 71) ¿Están ustedes de acuerdo con esta afirmación?Argumenten sus razones. Gracias.
Saludos cordiales, Sara Serrano

12 comentarios:

  1. Hola conpañer@s, ahí va la primera piedra: Sí estoy de acuerdo con esta afirmación de Barthes por lo siguiente: esta afirmación hace referencia al lugar en que se "recoge la multiplicidad del texto". El "espacio" en que se "inscribe", que es el lector. p71 El reconocimiento del lector es un cambio en el entendimiento del lenguaje y la literatura es dar paso a la escritura como sistema abierto y descentrado como es el lenguaje. El texto no cierra el sentido, es pluralidad misma del sentido abierta hacia el lector. Es el lector el que descifra el texto. El "escritor moderno" de Barthes está ausente en el texto, pero no es inexistente, es un lector de otros textos anteriores. Esta afirmación es parte de "un deslizamiento epistemológico" de la idea de Obra y de la idea de Autor. (El cual se ha dado por varios factores entre ellos los aportes de la linguística al respecto de los enunciados.) Finalmente esta mutación puede ser lo que Barthes define como "darle la vuelta al mito: el nacimiento del lector se paga con la muerte del Autor>" p71

    Suaky

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  2. Debo mencionar leer a Barthes me permitió apliar mi visión y estoy de acuerdo con al afirmacion que hace, ya que le otorga al lector su verdadero rol y en una dimensión bastante real, que por mucho tiempo no se tomó en cuenta, ya que el texto tenía su valor por el autor. El tener al lector como otro actor, entra en juego y se genera una gran riqueza debido a esa multiplicidad que va a provenir desde su otra formación, desde su otra lectura, signifación que le dé al texto.

    Mónica Cazar

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  3. Desde la referencia que propone Barthes a propósito de la investigación de Vernant, que es el oyente el único que entiende todo lo que dicen los personajes de la tragedia griega, todos ellos en permanente mal entendido por no poderse escuchar (pues actúan como sordos), estoy de acuerdo en que es el lector quien ejerce una acción de síntesis y puede develar el sentido final de la escritura. Ello es posible de manera similar a como en la tragedia griega, que congrega distintas voces y en más de un sentido, es el espectador quien advierte tal equivocidad y la procesa. En un texto escrito, un tejido formado por escrituras diversas, provenientes de culturas diferentes y en diálogo permanente, es el lector, entonces, quien arbitra esta diversidad, la vuelve conmensurable para sí y de este modo la provee de una unidad, que la hace un escrito único. Más aún si, como sostiene Barthes, el lector carece de historia y se presenta como un alguien contingente, pero capaz de crear (al conjugar) todas las huellas del texto en una sola inscripción.

    Quiero añadir algo más: Barthes afirma que un texto es “un espacio de múltiples dimensiones en el que se concuerdan y se contrastan diversas escrituras” (Ibíd.: 69). También sostiene que el escritor moderno (el autor) “nace a la vez que su texto” y que todo texto “está escrito eternamente aquí y ahora” (Ibíd.: 68). Frente a esto mi duda es la siguiente: si el nacimiento del autor se verifica al momento del surgimiento de su texto y todo texto es actual, ¿de qué modo el texto se vuelve al mismo tiempo un tejido de citas provenientes de diversas culturas, que supone un proceso previo, ni de aquí ni de ahora?

    Consuelo Albornoz

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  4. Barthes en su texto plantea que la escritura es la destruccion de todo origen, el lugar donde se pierde la identidad de quien escribe, proposicion que considero cierta si consideramos que en la lectura se hace una reapropiacion del texto de manera especifica y distinta.
    Sin embargo considero que por esto no podemos quitar importancia a la produccion de un texto, puesto que el poder de producir un texto no lo tiene cualquiera (en el sentido de simetrias de pdoer y de capacidaddes) y ser el que produce es plantear marcos dentro de los cuales se producen las multiples lecturas.
    Concuerdo con Barthes y con Suaky en que al reconocer al lector se opera un cambio en el entendimiento del lenguaje y la literatura, y asi mismo de la escritura como proceso abierto y descentrado. Donde el texto es una unidad de sentido abierto y plurar y el "escritor" existe com lector de otros textos en su diversidad, pero de igual manera creo que esa multiplicidad que existe en el texto y que se plantea como recogida por el lector esta limitada por el texto mismo como produccion que impone marcos a las lecturas, por mas multiples que puedan ser.
    En este sentido considero que si bien para el nacimeinto del lector es necesaria la muerte del autor en el sentido enunciado por Barthes, es indispensable reconocer que las diferencias existentes en la produccion de los textos y los poderes en juego en la misma, y como estos pueden afectar las multiplicidad de lecturas que pueden hacerse.

    Ana Cristina

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  5. Debo mencionar leer a Barthes me permitió apliar mi visión y estoy de acuerdo con al afirmacion que hace, ya que le otorga al lector su verdadero rol y en una dimensión bastante real, que por mucho tiempo no se tomó en cuenta, ya que el texto tenía su valor por el autor. El tener al lector como otro actor, entra en juego y se genera una gran riqueza debido a esa multiplicidad que va a provenir desde su otra formación, desde su otra lectura, signifación que le dé al texto.

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  6. Concuerdo con Barthes en que existe una muerte del autor en tanto su producción, no es pura por así decirlo, no es original per sé, sino que vendría de sus múltiples contextos y vivencias, en donde otros actores también juegan y contribuyen en la generación de sentidos. “El texto es un tejido de citas provenientes de los mil focos de la cultura…el escritor se limita a imitar un gesto siempre anterior, nunca original”. p.69
    Sin embargo, creo que el autor, y en esto concuerdo con Cris, en que al momento de producir una determinada obra sesga la realidad de acuerdo a lo que considera, de acuerdo al sentido que quiere darle y es así que existiría una especie de imposición de contenidos hacia el lector, aún cuando, el lector sea en quien se escenifica esta multiplicidad, pero esto es sobre la base del abanico de temas propuestos en un inicio, valga la redundancia, por el autor.
    Pongo de ejemplo este mismo texto, Barthes habla sobre la muerte del autor con el nacimiento del lector, y como lectoras comprendemos y reflexionamos sobre lo que él propone; unas de acuerdo otras no, sin embargo, desde ya Barthes nos ha guiado (a nosotras como lectoras) a pensar sobre su forma de entender las posiciones del autor y el lector. Aún cuando otros autores hayan influenciado la idea principal del texto, y sobre la cual Barthes decidió escribir.
    Adicionalmente, ¿qué pasa cuando nos referimos porque ejemplo a las características literarias de un determinado autor, a las estrategias narrativas (que pueden venir de igual manera de otros autores y se juntan en este autor en cuestión) y digamos le da su toque especial? ¿En esto caso puede estar el autor vivo y no muerto, que finalmente las hace suyas? Así podemos hablar de un Octavio Paz como uno de los mejores ensayistas, de un Bourdieu complejo y denso cuando escribió el Oficio del Sociólogo, ustedes me dirán, si pero son estilos y estilos que podrían no ser originales.
    ¿El autor estaría presente ínfimamente si el lector aceptase que estos grandes autores tienen esa aura especial, por así decirlo, para producir una obra en determinado momento? Barthes mismo lo propone en la pag. 81. “uno puede quedarse encantado leyendo y releyendo a Proust, Flaubert…pues si bien uno puede leer a estos autores, sabe también perfectamente que no puede re- escribirlos (que no es posible hoy en día escribir así). Precisamente por esas asimetrías de poder y competencias como ya lo mencionó Cris.

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  7. "Es el lenguaje y no el autor el que habla" (Barthes, 1984:66). Considero que esta es una cita acertada de Barthes en su texto el Susurro del Lenguaje, puesto que el alejamiento del autor del escrito hace que el texto se constituya como tal, sin ataduras interpretativas. Vale destacar que si bien es cierto no se le puede retar importancia y valor al autor, como lo han mencionado otras compañeras, también es cierto que el hacerlo le restaría valor al escrito, porque este como tal estaría inducido a ser interpretado bajo ciertas condiciones, quitándole libertad al lector de sacar sus propias conclusiones en base a sus propias experiencias. Es justamente por esto, que considero esencial el que el escrito sea el que imponga el sentido. Recordemos que es el texto es el espacio donde circulan las relaciones sociales y del lenguaje.

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  8. Pensar el lector como el auténtico sitio de la escritura me parece una apreciación acertada, considerando que es éste sujeto es quien en ultima instancia, al apropiarse del texto, hace una interpretación, ejercicio en el cual de algunas varias maneras las multiplicidades del trabajo del autor quedan condicionadas fuera del mismo. Es en este sentido, que coincido con la idea de la muerte del autor para el surgimiento del lector. Ahora bien, no estaria del todo segura en pensar que aquellas escrituras multiples, procendentes de varias culturas que estan estableciendo un diálogo con otras, para así formar un texto, no son el rasgo más fuerte de la existencia de un autor, de un sujeto que desde su subjetividad ha sabido combinar de una manera particular dichas escrituras para realizar su obra. Es decir, si bien el lector interpreta, co- produce, reune en su lectura lo que el texto trae; el autor por su lado, no pensado como origen, pero quiza si, como espacio de combinación, reorganización y producción primera de la excritura, tiene una importancia que no cierra significados sino que más bien provee caminos de aproximación a su obra y a la entorno, las fuerzas, los sentidos que la rodean.

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  9. Definitivamente Barthes plantea que es el lector el que recoge toda la multiplicidad y que la unidad del texto no está en su origen sino en su destino, pero desde mi punto de vista el autor no puede desaparecerse del panorama una vez se ha publicado.
    Aunque el escrito de Barthes ofrece un horizonte más amplio a este respecto al decir que un texto está formado por escrituras múltiples, procedentes de varias culturas y no unicamente por lo que sea dicho por el autor, considero que centrar la atención de manera estricta en el lector, de alguna manera implica excluir todos los componentes a partir de los cuales se creó el texto en un principio. Desde mi visión siempre será importante considerar el origen múltiple (escrituras múltiples) del texto así como el lector y el espacio que representa. Celmira Rubio

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  10. Pienso que la relación que se da entre autor y lector es dinámica y muy dificilmente la multiplicidad de la escritura tiene una sóla fuente. El autor y el lector son actores en la creación y en el “desenredo” de la escritura que está construída y es interpretada desde la psicología, la historia social y personal y por los intereses del autor y también del lector. “El nacimiento del lector” no se apaga con la muerte del autor, sino que nace un nuevo autor y por consiguiente un nuevo lector en una relación infinita de creación-destino-creación. Susana

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  11. Barthes propone un interesante debate en torno al alejamiento del autor y a la revalorización del lector, que para la crítica clásica estuvo olvidado. Es válido este cuestionamiento, puesto que siempre predominó el imperio del autor que fue magnificado en su esencia.
    Sin embargo, esto debe ser el punto de partida para analizar al lector no solamente como un destonatario, sino como un re- productor del texto e ir más allá en el debate, es decir analizar esas relaciones de poder que hay en la dinámica de producción- consumo de textos. Además entre los lectores también esa discriminación entre quienes tienen y no tienen acceso a lecturas privilegiadas, entoces empezaremos a repensar el rol del lector frente al texto.
    Concuerdo cuando el autor, señala que darle un autor a un texto sería como cerrar la escritura y eso no es así, porque la escritura tiene múltiples dimensiones en diferentes culturas y siempre está abierto a los sentidos, significados e interpretaciones.

    Guadalupe Yapud

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  12. Personalmente yo creo que de ambos. Es verdad que Barthes, tal y como menciona la mony, te abre la perspectiva que el lector es el que da esa multiplicidad al texto, pero no dejemos de lado al autor, quien finalmente, para publicar o no una historia, a su vez se convierte en lector de la misma. Esas multiplicidades de lecturas le brindan riqueza al texto como tal, sino... creen ustedes que existiesen los clubes de lectura o los debates de los libros más o menos sobresalientes de la historia??? Desde un quijote de la mancha, aura, dr zhivago hasta un juventud en éxtasis.

    El autor no solo se enriquece de su acervo y de su cosmovisión para crear una historia, sino también se convierte en lector de otras historias. esto logra que tenga un vagaje que le permita crear una historia. historia que se refleja en el texto.


    En cuanto a la idea de la cris, tambien es verdad, el autor muere como tal al escribir su texto. la verdad es que resulta dificil el expresar toooodas las ideas que posee en la mente a través de las palabras. en vista de ello, la recepción del lector juega un papel importante, pues él es quien puede crear o no esas ideas que le pudiesen haber surgido o no al autor. quien sabe.

    la verdad,no creo que muera ni el autor ni el lector... solo que se dan paso el uno al otro y viceversa

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